Somos una empresa familiar con más de 60 años de trayectoria en el sector funerario; tres generaciones comprometidas con asistir a las personas en duelo. Desde 1960 brindamos servicios donde la excelencia y la calidad son el sello que nos caracteriza. Nuestros pilares son el respeto, el compromiso, y la vocación de servicio y están presentes en ese momento tan difícil como es acompañar a la persona en la despedida del ser querido.
Durante todos estos años de trayectoria, invertimos permanentemente para mejorar nuestros servicios, enfocados en transformar una ceremonia de velatorio en un homenaje a la vida. Ante cada requerimiento buscamos alcanzar el máximo nivel de respuesta, anteponiendo siempre la calidez humana, la contención y la atención personalizada, cumpliendo así con el legado y los principios éticos de su fundador, Don Alejandro Lindt. Marcamos la diferencia en la atención, el respeto y la solvencia profesional con la que llevamos adelante nuestra labor.
Nos inspira la visión de humanizar la muerte y acompañar en momentos de dolor, seguir mejorando las prestaciones y sumar servicios para adaptarnos a las necesidades de un mundo que cambia; renovando todos los días nuestro compromiso con la calidad del servicio.